Lavabos: tipos y cuidado

El lavabo es una  pieza fundamental en todo cuarto de baño pues facilita las tareas de aseo personal cotidianas como lavarse las manos, la cara y los dientes. Por lo anterior, es un elemento clave para una buena higiene necesaria para conservación de la salud pero al mismo tiempo, cumple con una función decorativa que debe tomarse en cuenta al momento de elegir el modelo ideal para tu baño.

El lavabo es posiblemente el objeto que se encuentra más visible en el cuarto de baño y es el más utilizado por lo que es de gran importancia que cuente con los accesorios necesarios y que reciba un mantenimiento periódico que garanticen su buen funcionamiento. De esta manera nuestro espacio se conservará libre de malos olores, higiénico y agradable.

Un lavabo elegido correctamente, pueden convertirse en una de las piezas centrales de la decoración del cuarto de baño. En la actualidad existe un amplio catálogo de lavabos disponibles en diferentes materiales y diseños que se adaptan a todas las necesidades y estilos. Te recomendamos que antes de elegir conozcas todas las opciones existentes y optes por aquella que resulte más funcional por su practicidad, diseño y forma de instalación.

Por su instalación se distinguen diferentes tipos de lavabos. Uno de ellos es el de bajo cubierta, en el que el lavamanos se sujeta a una superficie sólida por un costado. Su uso es bastante popular gracias al toque de elegancia que da al baño, pues al encontrarse bajo cubierta, lo que luce es la superficie en que está instalado y de esta manera  no rompe con la armonía del decorado.

Los lavabos bajo cubierta se encuentran disponibles en diferentes profundidades, especiales para evitar derrames y usualmente se fabrican de cerámica vitrificada. El juego de grifería de los lavabos de instalación bajo cubierta se empotra a la pared o al mueble de baño.

Otro tipo de lavamanos es el de sobrecubierta, que posiblemente sea más común. Se puede instalar empotrándolo directamente a la pared sin necesidad de un mueble de baño. Estos tipos de lavabos tienen perforaciones para instalar el juego de grifería y cuentan con un rebosadero para prevenir desbordamienos de agua.

Entre los diseños de vanguardia se destacan los lavabos de sobreponer, diseñados especialmente para instalarse sobre las cubiertas de muebles de baño. Este tipo de lavabos le dan un toque de estilo único a los cuartos de baño, se montan sobre cualquier material, como azulejo, metal o madera y se fijan a la cubierta por su parte inferior  gracias a un marco metálico recubierto que asegura una perfecta sujeción.

Los lavabos de sobreponer se fabrican en los mismos materiales que los lavabos convencionales: porcelana, vidrio, acero inoxidable y hierro fundido. Se encuentran disponibles en diferentes diseños y tamaños, los hay cónicos, circulares, rectangulares y cuadrados, y con una correcta instalación se pueden colocar sobre cualquier tipo de superficie. Según el modelo, la grifería puede estar integrada al lavabo o venir por separado para empotrarse a la pared o al mueble de baño.

Otro tipo de lavabo es el de pedestal, característico por economizar espacio y por su fácil instalación. En este tipo de lavabos, el contenedor está sostenido por un pedestal que varía en diseño y altura. Su juego de llaves se instala en el rebosadero posterior del lavabo que usualmente se fabrica de cerámica vitralizada.

Te recomendamos que para elegir correctamente un lavabo tomes en cuenta las dimensiones de tu cuarto de baño. Si el espacio es muy reducido resultará más práctico optar por un modelo pequeño que se pueda empotrar a la pared o por uno tipo pedestal, pues así te ahorrarás el tener que instalar un mueble de baño que disminuirá el espacio libre para moverte y afectará la funcionalidad de tu cuarto.

Los lavabos de sobreponer, en modelos pequeños e instalando una pequeña superficie a modo de repisa también podría ser una opción para ti. Sin embargo, los lavabos de bajo cubierta no son muy recomendables en caso de espacios reducidos.

También toma en cuenta si será necesario hacer modificaciones a la casa para poder instalar la pieza, si ésta requiere nuevas instalaciones de tuberías o perforar muros para poder empotrar la grifería. Otro aspecto a tomar en cuenta es si es necesario adquirir un mueble de baño para el lavabo, en ese caso, considera los materiales, dimensiones y el diseño de manera que armonice con el lavamanos y con el resto de accesorios de baño.

Recuerda además que darle mantenimiento regularmente mantendrá los lavabos en buen estado.  Por ejemplo, la porcelana y cerámica vitralizada suelen mancharse, por ello es recomendable  limpiarlas constantemente yutilizar productos especiales para su cuidado que se encuentran disponibles en el mercado en diferentes presentaciones.

Limpiar la superficie con un paño y agua caliente mantendrá la porcelana limpia y si es necesario, con ayuda de detergente y un cepillo, talla hasta que salga la suciedad. Productos naturales como vinagre, limón y bicarbonato te ayudarán a eliminar manchas y son preferibles a usar productos químicos. Intenta evitar especialmente el cloro que puede dañar los lavabos y la grifería, principalmente si es de acero inoxidable.

Después de aplicar cualquier tipo de producto es importante que enjuagues con abundante agua y que seques perfectamente la pieza pues, lo que ocasiona las manchas en este tipo de material son principalmente los estancamientos de agua.

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